Hoy, Día del Libro, se publica en el blog del Profesor Andrés Calero un artículo de imprescindible lectura para padres y educadores. Dicho artículo va acompañado de la descarga de un tríptico que justifica el valor de la práctica de la lectura en voz alta en familia y explica como llevarla a cabo.
En el #DíaDelLibro este trapecio digital se suma a la iniciativa del profesor Andrés Calero para dar impulso y difusión a la urgente tarea de reclamar la lectura en voz alta como arma de construcción masiva del gusto por leer y darle su lugar.
Como venimos defendiendo desde este trapecio digital,en el proyecto «El latido de lo escrito», leer en voz alta es un ejercicio mental y un acto creativo, que nos nutre. Al leer desciframos el texto e interpretamos su significado. Al hacerlo en voz alta, además, recreamos cada palabra, descubrimos su sonido y la actividad de leer adquiere una concentración y una lentitud que favorece la escucha. Al escuchar cada palabra se activa la imaginación, pero además se desarrolla la empatía, la capacidad de ponerse en la piel del otro (el lector/oyente se identifica con los personajes de la historia que lee/escucha) y también se fortalecen las habilidades comunicativas, pues quien lee desarrolla su capacidad oratoria. Ya lo dijo Cicerón: “A hablar no se aprende hablando, sino leyendo”.
Dediquemos el día de hoy a impulsar ese tipo de lectura, a defenderla y reclamarla. Nos haremos todos un gran favor. Por eso, sumémonos todos a la campaña de sensibilización a las familias sobre la importancia que tiene leerle a los hijos y que parte del blog del profesor Calero.
Mañana es el #DíaDelLibro. Un día mundialmente celebrado. La pena es que para algunos solo sea un día al año, o ni siquiera eso.
Yo trabajo con las palabras, ellas son mi herramienta de trabajo, porque me dedico a la creación de contenidos. Últimamente estoy jugando a descubrir como hacer que convivan con imágenes, pero sin que estas últimas les resten protagonismo. Y es que todo nos entra por la vista… y es una pena que las palabras y la lectura no nos entren más por los oídos. Soy una defensora de la #LecturaEnVozAlta, aunque para ser precisa debería decir que lo que soy sobre todo es una idealista. Y es que defender hoy en día el territorio de los sonidos de las letras al juntarlas, como poco, resulta en ocasiones naïf. ¿Quién se apunta a una lectura en voz alta? y más aún ¿Quien paga por ello?… Pero este es otro debate… y hoy tal vez no es la ocasión.
Quiero pensar que seguimos necesitando escuchar ese tipo de lecturas. Por ello, mañana, y aprovechando la fiesta de la lectura, en este blog se dará todo el apoyo a una lectura diferente y que nos viene de antiguo, la que suena alto y clara, para ser escuchada, oída. La que de pequeños nos dormía o daba sosiego.
De momento, aquí va mi homenaje a las palabras. Son las de María Mercedes Carranza, a quien descubrí hace muy poco. ¡Increíblemente sonora!
Maria Mercedes Carranza «Poesía Reunida & 19 poemas en su nombre»
Hoy empieza una celebración en el mundo a la que se suma este trapecio digital: la WCIW (La semana mundial de la creatividad y la Innovación).
Un tiempo para animarnos a usar nuestra creatividad, para que tomemos conciencia de que todos tenemos «capacidad creativa» y, sobre todo, para que veamos de qué manera la podemos usar par dar forma a un futuro mejor en el mundo.
En este blog este año vamos a celebrar la WCIW homenajeando a 3 mentes creativas e innovadoras: la artista Isabela Méndez, la escritora y analista digital Neus Arqués y lacoach del pensamiento creativo Irina Mishina (Ima Blumm).
En este primer artículo va dedicado a la primera de ellas, a Isabela Méndez, artista, escritora, poeta, ilustradora y cuentacuentos, mágica y talentosa donde las hayan.
Isabela nunca deja de sorprenderme, además de ser una fuente de inspiración constante en mi vida. Su manera de sentir el mundo y como lo muestra en sus obras, es magnética y sugestiva. Tiene una habilidad y un talento soberbios para crear y contar pequeñas historias en las que se cobijan grandes mensajes. Leerla es un lujo y una delicia, igual que lo es reseguir el trazo de sus dibujos y más aun escuchar de su voz contar un cuento o leerlo en voz alta. Tiene una cuenta de Twitter desde la que emite micropoesía, os la recomiendo: @mendezisabela. Allí publica también sus «Twitts ilustrados»: micropoesía ilustrada en 140 caracteres. La historia que comparto a continuación, nació justamente de uno de esos twitts.
Me parece que nada mejor para dar pistoletazo a la celebración de la WCIW2015 que compartir este ingenioso, divertido y brillante poema de Isabela Méndez que habla del proceso creativo.
¡Ahí va! ¡Que lluevan las ideas! ¡Y que os empapen!
BAJO EL MOÑO Por Isabela Méndez
Si le pican las ideas, rasque con delicadeza, así saldrán de su moño sin embotar su cabeza.
Una vez en el ambiente, contémplelas con vigor, y elija con libertad la que resulte mejor.
Con ímpetu apasionado defienda su decisión, poniendo la buena idea en el campo de la acción.
Aquellas que no ejecute, y resulten atrayentes, guárdelas y úselas luego en momento conveniente.
Si vuelve la comezón de ideas entre el peinado, repita el procedimiento con elegancia y cuidado.
Pero si tras todo esto persistiera tal picor “suéltese el moño” y esparza ideas alrededor.
Preferible es compartirlas, a sentir el desconsuelo, que nos produce tenerlas enredadas en el pelo.
Mujer rascando ideas Pincelada de Isabela Méndez Técnica: Tinta sobre papel Título del cuento-poema: Bajo el moño
Hoy me he topado con este vídeo en Internet, pura vitamina, optimista y positivo y con un mensaje subliminal claro: todos somos creativos.
Creo que la mayoría de nosotros, de uno u otro modo, nos sentiremos indentificados con el protagonista en algún punto del argumento de su vida. Os invito a verlo. Os dejará una sonrisa y dará un empujoncito al creativo que habita en vosotros.
Amigos, la innovación es posible… aunque no tiene horarios ni fecha en el calendario. Mientras llega, ¡disfrutemos de lo que creamos!
Hoy tenemos el placer de publicar una colaboración del profesor, periodista y escritor José Julio Perlado, quien ha tenido la amabilidad de escribir este artículo sobre la lectura en voz alta para ser publicado en paralelo en su blog y en este trapecio de tinta desde el que nos gusta explorar el lenguaje y la comunicación.
Os invitamos a leer con calma el texto del profesor Perlado y a reflexionar en sus ideas. Creemos sin lugar a dudas en el poder de la lectura en voz alta como poderosa herramienta, no solo de aprendizaje sino de interacción con los textos con la que desarrollar y fortalecer la comprensión lectora.
En la actualidad José Julio Perlado publica de forma asidua en Mi Siglo. La invención de la realidad(su blog), en donde acumula más de un millón y medio de visitas. Os animamos a pasear por su «siglo», no os defraudará el paseo.
LA AVENTURA DE OÍR
Por José Julio Perlado
«La voz en la lectura en voz alta es como un tapiz de las mil y una noches de la literatura que tomara impulso sobre la memoria, sobrevolara los tejados de la imaginación, evolucionara por encima de los oídos, de las mentes y de las conciencias. Es la voz la que despierta a los textos, las voces de los diálogos, los ahogos de las exclamaciones, la curiosidad abriendo interrogaciones, el manso pasear de la prosa sobre el silencio. Es la voz la que hace sonora a la palabra escrita, palabra nacida en el secreto de la creación y resucitada gracias a la voz.»
José Julio Perlado
Foto: Gregory Colbert
“Para el niño pequeño –escribió Ana Pelegrín en La aventura de oír–, la palabra oída ejerce una gran fascinación. La palabra y su tonalidad, su ritmo, los trazos afectivos que teje la voz cuando es temperatura emocional, calma, consuelo, ternura, sensorialidad latente”. Las modulaciones de voz, el tono persuasivo en el narrador, el agudo y tembloroso de un personaje, el agudo y tímido de otro, el tono medio, grave de un tercero, todo eso nos va introduciendo en el secreto de una historia cuyo misterio se abre gracias a la lectura en voz alta. Pero no solamente el niño recibe ese secreto. Recuerda Umberto Eco en el prólogo a Mi Dante de Roberto Benigni –el episodio-espectáculo que duró trece días seguidos en la Plaza de Santa Croce, en Florencia, donde cinco mil personas escucharon recitar versos de la Divina Comedia– que en el siglo XlX, cuando hacían furor Los misterios de París de Sue o El conde de Montecristo de Dumas, la mayoría de los apasionados del género no sabía leer, y se reunían al caer la tarde en el patio o en la calle para escuchar al intelectual de turno, al portero o a algún comerciante que sabía contar cuentos, tal y como ahora uno se sienta delante de la televisión a escuchar a Benigni.
En diversas publicaciones de prestigio se ha alabado el “saber decir” del actor italiano recitando a Dante. “Fue como escuchar una música sublime”, señalaba “Sunday Telegraph”; “Su entusiasmo es adictivo, incluso contagioso –decía otra revista– Cada frase, cada palabra traducida es una invitación al desafío de aprender”.
En La Historia de la lectura – el volumen dirigido por Giuglielmo Cavallo y Roger Chartier -, al hablar de la Grecia clásica, se recuerda que lo escrito estaba incompleto sin la voz, es decir que lo que se había redactado debía ser apropiado después por una voz con el fin de realizarse plenamente. El escritor contaba con la llegada de un lector dispuesto a poner su voz al servicio de lo escrito con miras a distribuir su contenido a los transeúntes, a los “oyentes” del texto. “Contaba con un lector que seguiría el paso obligado de la letra. Leer era, pues, poner su propia voz a disposición de lo escrito (en último término, del escritor). La voz del lector se sometía, se unía a lo escrito. Ser leído era, por ende, ejercer un poder sobre el cuerpo del lector, aun a gran distancia en el espacio y el tiempo. El escritor que lograba hacerse leer actuaba sobre el aparato vocal del otro, del que se servía, aún después de su muerte, como instrumento vocal, es decir, como alguien a su servicio, como de un esclavo”.
Es muy interesante ese sentido del “aun después de su muerte”. Después de la muerte de Quevedo, de Góngora, de Cervantes, después de la muerte de Herman Melville o de León Tolstoi, por poner algunos ejemplos, la voz de quien lleva la lectura en voz alta arrastra los sentimientos íntimos de esos autores, los eleva en el aire, los conduce gracias a la expresividad, los precipita o los retrasa según las velocidades del ritmo de lectura, y he aquí que el oído que escucha va inflamando enseguida a la mente, despierta aún más a los sentidos, y uno, a través de la lectura en voz alta, entra emocionado por los pasillos de los sueños de Quevedo o por las galerías deslumbrantes de los bailes de Tolstoi en Guerra y Paz. Después de la muerte de muchos escritores, éstos se hacen, pues, muy “vivos” en sus obras gracias a la voz. Célebres escritores se han formado en su infancia en el cauce de la lectura en voz alta. El escritor hindú V.S. Naipul cuenta cómo su padre le leía párrafos de Oliver Twist o los Cuentos de Charles Lamb, pero también cómo en el colegio el profesor Worm se sentaba “y nosotros –dice– nos colocábamos a su alrededor, de pie, intentando guardar silencio. Él miraba el libro de Collins Classics que, curiosamente, entre sus gruesas manos parecía un libro de oraciones, y nos leía a Julio Verne como si rezara”.
El necesario placer de leer en voz alta
Tal es el dominio de la voz, el encantamiento de la pronunciación, los frutos de una recitación en prosa o en verso. No todos los escritores afamados han sabido leer bien sus propios textos. En el Museo de la Voz, por ejemplo, puede escucharse a famosos autores españoles incapaces de leer bien lo que escribieron de modo admirable y en cambio oímos, profunda y melódica, la voz de Baroja acunándonos con su cántico al viejo acordeón. Pero no tienen por qué ser los escritores quienes siempre se lean a sí mismos. Hay recitales sorprendentes de autores y también hay intervenciones de lectores exquisitos. La voz en la lectura en voz alta es como un tapiz de las mil y una noches de la literatura que tomara impulso sobre la memoria, sobrevolara los tejados de la imaginación, evolucionara por encima de los oídos, de las mentes y de las conciencias. Es la voz la que despierta a los textos, las voces de los diálogos, los ahogos de las exclamaciones, la curiosidad abriendo interrogaciones, el manso pasear de la prosa sobre el silencio. Es la voz la que hace sonora a la palabra escrita, palabra nacida en el secreto de la creación y resucitada gracias a la voz.
«Si el hormigón es el material que soporta los cimientos de una casa, laspalabras que los niños oyen suponen la base sobre la que construir su futura capacidad lectora. Pero solo existen dos formas complementarias y eficientes para que el cerebro humano procese, construya palabrasy cree los cimientos de una lectura competente: bien reconociéndolas visualmente, o escuchándolas de otros. Teniendo en cuenta que los alumnos tardan unos 6 años en reconocer a través de sus ojos las palabras de un texto escrito, el mejor modo para prepararlos a adquirir o “edificar” palabras, no sólo en edades tempranas, sino tambiéndurante toda la escolaridad obligatoria, es oyéndolas a través de la lectura en voz alta de un lector experto, de un “lector semanero” que les ayude a familiarizarse con ellas, a cómo leerlas, a descubrirlas posteriormente cuando se enfrenten a los textos escritos y, en terminología benedictina, a poder “edificar” su significado posteriormente, todo un auténtico enfoque cognitivo del desarrollo de la capacidad lectora.»
Como él bien dice, acerca de la lectura en voz alta: «Es mucho el potencial de aprendizaje de vocabulario y destrezas lectoras que esa práctica conlleva».
Desde aquí queremos invitar al profesor Calero a continuar desarrollando los beneficios de la lectura en voz alta.
Esta carta abre un espacio de reflexiones de Gabriela, que estará dedicado a estos asuntos y otros relacionados con la educación, la comunicación y la inclusión.
#CIBERACOSO
Por Gabriela Varela
Efectivamente, este sábado 3 de enero fui víctima de un #ciberacoso. En mi cuenta de Twitter @gabrielaevarela fueron publicados tweets con contenido pornográfico. Los mismos aparecían como retwitteados por mí.
¿Cómo me di cuenta? Por una seguidora de España que me informó, vía mensaje directo, que en la línea de tiempo salían publicados retweets con dichos contenidos, dando por sentado que no podían venir de mi parte. Cuando entré a mi cuenta los vi.
Lo primero que sentí fue una violación digital a mis derechos, sentí que se había violentado mi cuenta y en un punto mi pensamiento. No lo digo por el grosero contraste de contenido sino porque para mí Twitter es un espacio de intercambio y aprendizaje profesional. Así lo digo en la entrevista que hace un año hicimos para tu blog (ver vídeo).
Es tal mi compromiso con la educación y, a través de ella, con todas las herramientas que puedan ser válidas para difundir contenidos que, en febrero de 2013, presenté mi tesina para la acreditación de mi título de Máster de Orientación Educativa y Psicopedagógica del Instituto Técnico de Estudios Aplicados de Málaga cuyo tema fue El asesoramiento psicopedagógico aumentado por Twitter.
Creí y creo en lo que Shirky (2010) conceptualiza respecto al #excedentecognitivo (ver vídeo).
Mi cuenta de Twitter la abrí en febrero de 2011 sin conocer demasiado la herramienta pero sí con un objetivo claro: utilizar profesionalmente esta red para difundir y compartir intercambios por una mejor calidad educativa por el derecho a aprender que tiene todo ser humano.
En estos intercambios a través de Twitter el entendimiento humano siempre estuvo presente y vale la aclaración ya que no siempre se da por sentado que las redes están conformadas por personas. Esta disociación, como si la red tuviera vida propia, hace que muchos no se hagan cargo de lo que escriben; que otros se cubran en la polifonía de la identidad digital; que otros digan… “no pasa nada, es algo virtual” banalizando así los nuevos modos de violencia.
Largo y penoso sería hacer una cronología puntillosa de todo lo que sucedió desde el momento de la irrupción de los tweets con esos vídeos y fotos porno hasta hoy.
Lo que creo fundamental es analizar y conceptualizar, siendo el #ciberacoso una nueva forma de violencia, la postura que se puede o no tomar frente a estos hechos. Si uno dialoga con otras personas que han vivido algún tipo de estas circunstancias, algunos refieren haber cerrado directamente su cuenta, otros no haberle dado importancia y así un sin número de alternativas, pero la menos escuchada es la de denunciar, y no solamente las cuentas con esos contenidos a Twitter, sino en las redes para una mayor conciencización de que esto es un hecho violento. Como desde este blog lo nombraron: #VIOLENCIADIGITAL #ComunicacioSinMiedo.
Las redes son como la vida misma, un reflejo de quienes somos y como nos relacionamos. La violencia es violencia en cualquier espacio y modo.
“La invasión de lo privado es siempre una irrupción y no es diferente en el plano de lo concreto como en lo simbólico de una red”, así me lo dijo mi amiga Elena Santa Cruz.
“La ciudad digital tiene su propia violencia, que prologa la “violencia tradicional” pero con una inflexión tecnológica.” M. Doueili (2010)
Nunca el silencio fue solución de nada, por eso creo que la alfabetización digital es mucho más compleja que el solo uso inteligente de la red. Incluyen fundamentalmente estos temas.
Según el teórico y experto en Redes Sociales y Social MediaClay Shirky, cuyo campo de trabajo y estudio es el análisis del impacto de Internet y las nuevas tecnologías en las personas, la sociedad actual si por algo se caracteriza es justamente por tener un excedente de intelecto, energía y tiempo. Lo que él denomina «excedente cognitivo».
Argumenta Shirky que, durante años, este potencial ha tenido poca repercusión porque la televisión acaparaba la mayor parte de nuestro tiempo y este no era revertido de modo alguno en el bien común. Pero ahora, en estos tiempos que vivimos, es cuando, por primera vez, la sociedad está utilizando los nuevos medios digitales que permiten que se unan nuestros esfuerzos y a un coste prácticamente inexistente. Los resultados de este esfuerzo conjunto van desde herramientas de consulta que amplían nuestro conocimiento, como Wikipedia, hasta herramientas que salvan vidas, como Ushahidi.com, que permitió a los keniatas eludir la censura del gobierno e informar de actos de violencia en tiempo real. Pero no todos los resultados de este uso de los medios digitales son para que nos felicitemos: existe el ciberacoso, la violencia digital, el bulling digital.
En estos días una colaboradora de este blog está siendo literalmente ciberacosada y ciberviolada. La comprometida psicopedagoga argentina Gabriela Varela, quien trabaja por una educación inclusiva y de calidad, está viendo como su cuenta de Twitter (@gabrielaevarela) ha sido violada y hackeada. Gabriela asiste impotente al alud de mensajes de contenido pornográfico retuiteados desde su perfil.
Desde este blog, un espacio desde el que impulsamos ideas y proyectos, un lugar en el que se muestra y se reflexiona sobre el arte, la creatividad y el talento, creemos que tenemos en este momento la obligación de denunciar los hechos y dar todo el apoyo a Gabriela Varela.
Fue con la psicopedagoga argentina con quien inauguramos hace ahora justamente un año el espacio de entrevistas en vídeo «Conversaciones en el trapecio». Queremos aprovechar para invitaros a escuchar a Gabriela hablando de lo que suponen las redes sociales como espacios para construir con el otro. Estábamos entonces lejos de pensar que estos espacios también podían convertirse un día en espacios para la destrucción del otro.
Desde este blog proponemos una reflexión a fondo sobre esta cuestión, por eso desde Twitter hemos iniciado la campaña #ComunicacionSinMiedo desde la que pedimos reflexión por una educación en comunicación digital.
A partir de esta semana publicaremos periódicamente las propias reflexiones de Gabriela Varela sobre estos asuntos y otros relacionados con la educación, la comunicación y la inclusión.
Para comenzar a reflexionar juntos aquí os dejamos un vídeo de Clay Shirky sobre el excedente cognitivo y cómo está cambiando el mundo.
Todos tenemos una reputación y una huella digital, lo sepamos o no, tal vez deberíamos empezar a reflexionar y a ser más conscientes de lo que escribimos y mostramos en las redes y a cómo todo ello afecta al otro.