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POLIADOCTRINADOS: Desde Barcelona Hebert Ramírez toma el mando

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Cartel promocional. Diseño de Lucía Polanco

Pol, un joven con esquizofrenia, vive solo con su padre.
 Viendo la televisión suele descargar su ira, angustia e impotencia.
 Pero un día la inesperada muerte de su padre le sorprende. Descubre que se ha suicidado, ya no podía seguir haciendo frente al desempleo y menos aun a la carta de desahucio que acababa de recibir. Pol es trasladado a un hospital psiquiátrico. Las pastillas, los monstruos que ve, las injusticias que presencia a diario en el centro le atormentan. Sabe que ha llegado el momento de tomar el mando y huir junto a su compañero de habitación en busca de su propia realidad.

Después de unos meses de silencio, vuelve el movimiento a este trapecio de ideas y proyectos que es mi blog, y lo hace con la presentación del trabajo cinematográfico más reciente del director de cine Hebert Ramírez.

El pasado día 3 de julio de 2015 se estrenaba en los Cines Girona de Barcelona el cortometraje Poliadoctrinados con guión y producción general de Hebert Ramírez y Carlos Scrig y dirección de Hebert Ramírez.

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En estos días, mientras preparaba esta crónica sobre la première de Poliadoctrinados, conversaba con Hebert acerca de su visión de cine y de su objetivo al dirigir y producir este corto. Lo que sigue es apenas un resumen de largas reflexiones y también de la inquietud que siempre está presente en los trabajos de Hebert: el lado más injusto y salvaje de la sociedad actual de la mano de la esperanza más incisiva, la que como una punta de flecha, quienes le conocemos bien, sabemos que Hebert siempre lleva clavada en su sentir.

EL DESPERTAR COMO DIRECTOR: UN CAMINO LLENO DE SEÑALES

Me decía Hebert estos días que no sabe a ciencia cierta de donde le viene la vocación por dirigir. Solo al obligarle a pensar, por fin, me confiesa que tal vez toda esta pasión se sembrase en su infancia, cuando en el colegio, en primaria, los profesores les pedían a todos los niños que llevasen una moneda para, al día siguiente, marchar en pelotón y en fila india al cine del barrio más cercano a la escuela. Allí el niño Hebert vio a Marisol, a Chaplin y también los cuentos de Walt Disney. Para todos los niños esos días de cine eran los más especiales. Unos años después, algo más mayorcito, Hebert se escapaba de casa para ver películas de mayores los días que se celebraba el Festival Internacional de Cine (y es que la sede del festival estaba muy cerca de su casa). ¿Será que el camino en la vida está lleno de señales y pistas? Hebert es de los que piensa que, definitivamente, así es.

Años más tarde, su mamá se empeñaría en internarle en un colegio militar, seguramente seducida por la disciplina, pienso yo al escucharle. Pero se trataba, nuevamente, de una señal: en los años de internado, los fines de semana, cuando le dejaban salir para pasear por el pueblo, un Hebert adolescente de 14 años veía con alegría que podía entrar sin problemas en el cine para adultos. El uniforme militar del centro le servía de salvoconducto. En esos tiempos descubriría a Fellini, a Buñuel y a Román Chalbaud y, también, que muy pronto iban a truncarse los sueños de su madre. Hebert ya no quiso ser más un aprendiz de militar.

Volvió al pueblo y allí se cruzó con el que sería su gran amigo Yoel Calderón, un chaval algo mayor que él con una gran fascinación por el teatro. No iba a tardar mucho en contagiarse Herbert de los gustos de Yoel. Juntos fundaron el grupo “Bolívar”, y junto al hermano menor de Yoel y a otro amigo de ambos los cuatro organizaron una obra de teatro que llevaron al Festival Regional de Teatro donde consiguieron el tercer puesto. Esa obra, inspirada en el poema Las uvas del tiempo, del poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, prendió la mecha. A partir de ahí, la inspiración para los trabajos de Hebert siempre iba a venir de la sociedad actual, de las vivencias personales. Recuerda Hebert que junto a sus colegas huían del sentimiento del cine americano, ellos se sentían muy latinoamericanos, muy cercanos al día a día de su país. Pero, además, les gustaban las películas de autor, las que se centraban en las historias sociales, las que explicaban el sentimiento del pueblo, de quienes son más pobres. Escucho a Hebert y pienso que eso sigue siendo así en el cine que él hace ahora. ¿Qué es Poliadoctrinados sino un reflejo del sentir actual y una crítica incisiva y romántica?

Ya en Caracas, y con 17 años, Hebert se sentía director. Allí se inscribió en el Instituto de Cinematografía Cotrain y consiguió un trabajo de aprendiz de cine. Trabajo y estudios empezaron el mismo día, ¿sería, nuevamente, otra señal?…

POLIADOCTRINADOS: EL RODAJE

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La historia que Hebert estrenó en première este verano en los Cines Girona de Barcelona está llena de influencias, quien tenga ojo cinéfilo sé que las descubrirá enseguida. Ante la pregunta de si es un guiño a los maestros que admira, Hebert me dice que se inspiró en una tira cómica sobre un desahucio aparecida en un periódico. Eso bastó para que convenciese a su amigo Carlos Scrig para que ambos se pusieran manos a la obra y a escribir el guión. Sin darse cuenta los dos fueron convenciendo al resto del equipo y finalmente la producción se puso en marcha. Primeros contactos y peticiones para conseguir las localizaciones, vestuario, equipos técnicos…

Esencial fue la colaboración de Obra Social Sta. Maria Lluïsa de Marillac (Barcelona). En sus instalaciones se rodó la parte más importante del corto. Fueron imprescindibles al brindar la localización para conseguir la atmósfera que la historia necesitaba.

Poliadoctrinados contó con un equipo bien cohesionado, motivado y, sobre todo, rendido a las órdenes de Hebert. Los actores protagonistas Óscar Medina y Micki Román encabezaron un reparto que estuvo lleno de «actores revelación» (algunos de ellos era la primera vez que se ponían delante de una cámara a las órdenes de un director, que, a juzgar por el resultado, supo sacarles el actor/actriz que llevaban dentro). En ese reparto destaca una gran actriz, una veterana de la escena venezolana y, desde hace unos años, también afincada en Barcelona. Como me confiesa Hebert, para él uno de los triunfos en la producción de este corto, es haber contado con el talento y duende de su gran amiga Isabela Méndez (ambos se conocen de los años de Universidad, ¿qué más se puede añadir?…) Isabela ahora, además, despunta en exposiciones como ilustradora, en la imagen la vemos rodeada de algunas de sus obras.

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DESDE BARCELONA

Hoy, con algo más de 40 años a cuestas y una vida familiar y profesional asentada en Barcelona (España), Hebert sigue con el mismo empeño que tenía a los 17. Lo suyo son las historias inspiradas en la realidad de la calle, el suyo es un cine crítico, que subraya los aspectos más injustos, pero, como decía al empezar esta crónica, lo que caracteriza el trabajo de Hebert es esa visión romántica y muy latina (como él la califica), y que no es otra cosa que la feroz esperanza que lleva a cuestas por más vil que se muestre el mundo. Me confiesa Hebert que su visión hoy es la misma de sus primeros años en el Instituto de Cinematografía, y vuelve a acordarse de las películas de Chaplin que veía con sus compañeros de colegio, historias simples pero muy humanas, que son las mismas que hoy le siguen atrapando e interesando.

Voy algo más allá en nuestra conversación e insisto en que me diga por qué razón sigue buscando de mil y una maneras seguir dirigiendo y produciendo cortos, y, tras mucho insistir, me confiesa que tal vez su función o misión sea justamente esa: dar luces a la sociedad, poner algo de luz al final del túnel en el que vivimos.

LA HORA DE LA VERDAD

Ahora en estos días es cuando empieza el trabajo más intenso para Hebert y su equipo: la presentación del corto en festivales. Sin duda, un largo camino por recorrer. Pero no seamos incautos, sabemos que ¡Hebert tiene el mando!

Desde este trapecio digital, ¡mucha mierda y buena suerte para los poliadoctrinados!

BIOFILMOGRAFÍA

Hebert dirigiendo

Hebert Ramírez, dirigiendo en su Venezuela natal

Hebert Ramírez nace en Mérida (Venezuela). A finales de los 80 se traslada a Caracas y estudia en el Instituto de Formación Cinematográfica COTRAIN, donde realiza varios cortos en Super 8 y vídeo. De esta etapa destaca Contaminación S.O.S ( súper 8 ) y la Danza del Curioso (1995 – vídeo) . Paralelamente trabaja en SOKOL FILMS, una productora de documentales en donde entra en contacto con profesionales del cine nacional como Henry Nadler, Néstor Lovera, Javier Lovera, Carlos Tovar, Mario Nazoa, Edgar  Torres y Narciso Calderón, quienes complementan y fortalecen su formación cinematográfica. Destaca en su formación como cineasta su relación con Manuel De Pedro, Olegario Barrera y César Bolívar.  En los Años 90 ingresa a la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela. Allí trabaja como camarógrafo en el corto El Triunfo de Micaela realizado en 16 mm. Antes de licenciarse en la mención cine de la referida Escuela, realiza varios cortos en formato vídeo entre los que destacan: El Halcón (1992), Instantes de Amor (1996) y El Gato (2004). Posteriormente, trabaja en la realización de documentales institucionales para la Universidad Metropolitana. Desde el año 2008 reside en Barcelona (España), donde en 2015 ha presentado su último trabajo: Poliadoctrinados

AFICHE EL GATO

Cartel promocional


Date rienda suelta y disfruta de tu creatividad

Hoy me he topado con este vídeo en Internet, pura vitamina, optimista y positivo y con un mensaje subliminal claro: todos somos creativos.

Creo que la mayoría de nosotros, de uno u otro modo, nos sentiremos indentificados con el protagonista en algún punto del argumento de su vida. Os invito a verlo. Os dejará una sonrisa y dará un empujoncito al creativo que habita en vosotros.

Amigos, la innovación es posible… aunque no tiene horarios ni fecha en el calendario. Mientras llega, ¡disfrutemos de lo que creamos!


El latido de lo escrito. En recuerdo a JULIO CORTÁZAR (1914-2014)

Hoy 23 de abril es el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. En Catalunya, además, es un día lleno de rosas rojas, en recuerdo a su patrón, a St. Jordi. Cuenta la leyenda que el caballero, tras dar muerte al dragón, vio como de la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nacía una rosa roja, que cogió para entregar a la princesa. En memoria de ese día, tal fecha como hoy, en mi tierra las mujeres reciben rosas de sus amados y ellos un libro.

En el trapecio celebramos la lectura y los cuentos. Nos interesa la interacción con los textos, el diálogo que establecemos con lo que leemos, y por ello promovemos una manera concreta de interactuar con los textos: leerlos en voz alta. Nuestra propuesta se llama «El latido de lo escrito» y hemos querido que fuese en St. Jordi,  el Día del Libro, el estreno del primer audiovisual del proyecto.

Este año, además, es el centenario del nacimiento de un gran escritor de cuentos: JULIO CORTÁZAR, quien inspiró en gran parte el nacimiento de nuestro proyecto y nos transmitió el convencimiento de que la lectura en voz alta, hoy, es posible y necesaria.

Decía Cortázar en sus Clases de Literatura: «Cuando escribo un cuento y me acerco a su desenlace, al momento en el que todo sube como una ola y la ola se va a romper y será el punto final, en ese último momento dejo salir lo que estoy diciendo, no lo pienso porque eso viene envuelto en una pulsación de tipo musical. Lo sé porque sería incapaz de cambiar una sola palabra, no podría sustituir una palabra por un sinónimo; aunque el sinónimo dijera prácticamente lo mismo, la palabra tendría otra extensión y cambiaría el ritmo, habría algo que se quebraría como se quiebra si se pone una coma donde yo no la he puesto. Eso me ha llevado a pensar que una prosa que acepta y que busca incluso darse con esa obediencia profunda a un ritmo, a un latido, a una palpitación que nada tiene que ver con la sintaxis, es la prosa de muchos escritores que amo particularmente y que cumple una doble función que no siempre se advierte: la primera es su función específica en la prosa literaria (transmite un contenido, relata una historia, muestra una situación) pero junto con eso está creando un contacto especial que el lector no puede sospechar pero que está despertando en él esa misma cosa quizás ancestral, ese mismo sentido del ritmo que tenemos todos y que nos lleva a aceptar ciertos movimientos, ciertas fuerzas y ciertos latidos. Leemos esa prosa de alguna manera como cuando escuchamos ciertas músicas y entramos totalmente en una especie de corriente que nos saca de nosotros mismos y nos mete en otra cosa.»

Junto a la actriz Isabela Méndez y al realizador Marco Zouvek presentamos hoy Una carta de amor, un audiovisual que supone un nuevo paso en nuestro proyecto de lectura en voz alta «El latido de lo escrito», en desarrollo en este blog, y que os invitamos a conocer. No hace falta decir que nos encantará recibir vuestros comentarios e impresiones.

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Isabela Méndez y Marco Zouvek

 

 


Textos para comer por el oído


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Hoy junto a Isabela Méndez y desde este blog hemos presentado en el I CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EDUCACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DEL PATRIMONIO EN EL MEDIO RURAL en Malpartida de Cáceres nuestro proyecto «TEXTOS PARA COMER POR EL OÍDO».

Una iniciativa integradora e interactiva sobre el patrimonio intangible de las palabras con la que buscamos promover la lectura en voz alta y explorar la materia sonora de los textos.

Nuestro proyecto es ante todo una invitación a hacer una pausa, a escuchar los textos, a permitirnos acercarnos a ellos y leerlos de otro modo, a experimentar con la voz y el sonido, a interactuar con las palabras (sin importarnos la brevedad o longitud del párrafo). Lo que proponemos es una invitación a explorar el lenguaje, la comunicación y el pensamiento, un billete para iniciar el viaje y la aventura de leer y descubrir qué esconden relatos, cuentos y poemas, qué nos quieren decir; por lo que este proyecto es también una propuesta de comprensión lectora.

Con este vídeo-presentación hemos querido estar presentes en un congreso como el SOPA’13, una de cuyas líneas de trabajo y de actuación es poner de relieve que tanto «el ámbito educativo como el de la gestión del patrimonio tienen un papel fundamental a la hora de inculcar en la sociedad los valores necesarios para propiciar la necesidad de autogestionar sus propios recursos patrimoniales». 

Nos pareció que presentar en este foro lo que estamos desarrollando a paso lento y de un modo casi artesanal era una de las mejores maneras que teníamos a nuestro alcance para hacer visible lo que hasta el momento hemos hecho.

Nuestra propuesta se centra en un patrimonio intangible, el de las palabras, y que nos atañe a todos; y nuestra visión nace del territorio de los cuentos y de la imaginación, por ello creímos que invitar a viajar a Malpartida de Cáceres a Amparo Matilda Escribano Cienfuegos y dejar que fuese ella hoy nuestra portavoz allí era la mejor decisión. Ella, un personaje de cuento, sería quien viajaría hoy a un entorno rural (como justamente ha sido siempre el territorio de los cuentos y de la palabra transmitida en voz alta) y de su mano haríamos más patente nuestro propósito: saborear el leer en voz alta para otros y el que nos lean, explorar el lienzo de la comunicación y hacerlo a través de la escucha, por el oído.

Agradecemos a la organización del Congreso, y de forma especial a UNDERGROUND ARQUEOLOGÍA, la acogida y la atención prestada y desde aquí os invitamos a todos a conocer un poquito más lo que desde el vientre de un tintero (el blog de Isabela Méndez) y un trapecio de tinta (mi blog) vamos tejiendo con la ayuda y la colaboración de diferentes profesionales, como el realizador de sonido y efectista Rolando Alonso, quien ha hecho posible que las palabras de los cuentos y twitts de Isabela Méndez y su voz naveguen en un mar de atmósferas sonoras para crear en la mente del oyente un universo poético y una experiencia estética.

Nuestra gratitud a la Associació Discapacitat Visual Catalunya: B1+B2+B3, por su apoyo incondicional y brindarnos su estudio de grabación y sus instalaciones.

Y nuestro agradecimiento a Hebert Ramírez, Marco Zouvek y Carlos Scrig por su apoyo en la realización del vídeo de presentación del proyecto.

El vídeo lo grabamos en un lugar de cuento, una terraza preciosa de una panadería-pastelería de Barcelona: Aquí hi ha molla. Un saludo muy cordial desde aquí a sus propietarios, gente encantadora.

Más información sobre el proyecto:

https://trapezidetana.com/proyectos-en-movimiento/textos-para-comer-por-el-oido/

Ficha técnica-Equipo:

https://trapezidetana.com/proyectos-en-movimiento/textos-para-comer-por-el-oido/equipo/


El cine de la imaginación, o como hacer posible otros mundos. Por Judith Vives

Una vez leí que en la vida nos vamos encontrando con personas que caminan con nosotros durante un tiempo, algunas que simplemente están a nuestro lado lo que dura un viaje en tren o un trayecto en metro y otras que se convierten en compañeros fieles de travesía. Pues bien, Judith es esa compañera de ruta que siempre te vas encontrando en diferentes puntos del sendero a lo largo de los años.

Hace tiempo que quiero que suba a este trapecio de tinta, sé que aquí se encontraría en su salsa, rodeada de proyectos creativos en movimiento y de mentes despiertas como la suya, pero los deseos tardan a veces en cumplirse.

Esta semana, con la excusa de la celebración de la Semana de la Creatividad (2013 World Creativity Innovation Week), supe que tenía el mejor anzuelo para que picara y me dijese: «SÍ».

Ojalá este artículo que le propuse escribir expresamente para ser publicado hoy aquí sea el inicio de una futura colaboración que se prolongue en el tiempo.

Judith Vives es un espíritu inquieto, mirad sino como se define en su perfil de Twitter: periodista, cinéfila, lectora, bloguera, culturalmente inquieta, curiosa en general y promotora de @llegimipiulem (una tertúlia literaria 2.0. donde se comparte la experiencia lectora de obras de la literatura catalana en Twitter); @hotelelectric (un alojamiento para iniciativas de promoción y difusión del cine y el audiovisual y desde donde se organizan proyecciones, cinefórums, cursos y espacios de debate); @cinemacatala (una plataforma 2.0 que difunde y reivindica el cine catalán) y @ilurocraft (porque Judith siempre está innovando y ha sido de las que se ha apuntado a hacer ganchillo, el nuevo yoga y una de las últimas tendencias urbanas). Queda demostrado de sobra que si hay una palabra que la defina esa es: «polifacética».

Ella sabe de mi pasión por el cine, igual que yo conozco la suya, por eso nada mejor que invitarla a escribir sobre el cine y la imaginación. Nadie mejor que ella para hacerlo. Os diré que Judith ejerce de crítica cinematográfica en diversos medios (La Butaca, Nuvol.com, Ciutat Oci, revista Valors) y que ha colaborado en la organitzación de la Muestra de Cine de Mataró y de diversos cinefórums de la comarca del Maresme (Barcelona), además de publicar sobre cine, cultura y comunicación en su blog personal (Espai Isidor) que inició ahora hace 10 años, en 2003.

Mi propuesta fue enviarle esta pregunta: ¿Es el cine uno de los territorios ideales para cultivar la fantasía y la imaginación?…

EN LA SEMANA DE LA CREATIVIDAD:

EL CINE DE LA IMAGINACIÓN, O COMO HACER POSIBLE OTROS MUNDOS, por JUDITH VIVES

Hace unos días recibí la propuesta de mi amiga Cayetana para participar en la Semana de la Creatividad que celebra en su blog TrapezideTana, un espacio sugerente donde perderse entre palabras, creación e ideas en movimiento. Me propuso un reto y acepté de inmediato. Cayetana me pidió que respondiera a esta pregunta: ¿Es el cine uno de los territorios ideales para cultivar la fantasía y la imaginación?

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Fotograma de una película de Georges Méliès

Mi respuesta, por supuesto, es un SÍ rotundo y en mayúsculas, pues desde luego no se me ocurre un campo mejor abonado que la pantalla de un cine para dar rienda suelta a la imaginación. Sé muy bien que me diréis que lo mismo se podría pensar de los libros, la música o la pintura. Pero nada mejor que el cine, el séptimo arte, para aglutinar todo lo mejor de todas las demás disciplinas artísticas: las palabras, la música, la imagen, la luz, el espacio, el movimiento y el silencio. Con estos pocos ingredientes y gran creatividad se puede hacer mucha magia y así ha sido desde 1895, año de su invención por los Hermanos Lumière. Desde sus primeros pasos como truco de feria hasta las millonarias producciones digitales del siglo XXI, el cine no ha dejado de ejercer como transmisor de fantásticas maravillas.

Estos días en Barcelona se puede visitar una recomendable exposición sobre Georges Méliès, uno de los grandes pioneros del séptimo arte y el creador, por así decirlo, de la línea imaginativa y fantástica de la narrativa cinematográfica. Los Lumière aplicaron su invento para documentar pequeños hechos de la realidad cotidiana, gestos de personas y paisajes de ciudades. Méliès dejó claro que el nuevo invento de los Lumière no iba a servir solo para captar el movimiento del mundo real, y que a través del pequeño objetivo había espacio también para convertir nuestros más grandes sueños —y alguna que otra pesadilla— en realidad. Porque nos gusta conocer el mundo que nos rodea, pero todavía nos gusta más imaginar otros mundos posibles; y el cine, con su magia, los ha hecho posibles.

En sus cien y pocos años de existencia, el cine se ha debatido entre la ensoñación de la fantasía y el compromiso con lo real. De la misma manera que a menudo se confronta el cine comercial asociado al glamour de Hollywood con el llamado “cine de autor” o “cine alternativo”. De las tensiones entre estos polos opuestos han ido surgiendo nuevos lenguajes, nuevos géneros y nuevos formatos con los que seguir dando rienda suelta a la imaginación, la de los creadores y la de nosotros, los espectadores, siempre dispuestos a disfrutar de una buena historia. Ya sean las viejas películas mudas de Charles Chaplin o el delirio digital de Matrix con el que el cine recibió al siglo XXI, el fin siempre es el mismo: encantarnos con una historia. Por eso no creo que se pueda establecer un único y definido territorio para la imaginación y la creatividad en el cine.

Kill Bill


Rodaje de «Kill Bill» de Quentin Tarantino

No me cabe la menor duda. El cine es un territorio universal, sin nacionalidad y sin fronteras, como lo es el propio terreno de la fantasía y la imaginación. Sin duda, igual de importantes han sido los géneros clásicos o las aportaciones que desde la misma industria de Hollywood hicieron directores como Steven Spielberg o George Lucas a finales de los setenta; como decisivas han sido también las obras surgidas desde la más radical independencia (pienso por ejemplo en el cine de vanguardias, en el underground de John Cassavetes), en el frescor de los nuevos cines europeos, o en las miradas propias de cinematografías lejanas, como la japonesa o la iraní. Igual de creativo me parece el ya consolidado cine de Quentin Tarantino, que bebe de un montón de fuentes con las que ha conseguido crear su propio lenguaje; como la apuesta de nuevos directores españoles como Carlos Vermut (os recomiendo Diamond Flash), que se mueve en el cine low-cost, sin presupuesto, pero lleno de grandes ideas e imaginación. No importa, pues ante una pantalla de cine los espectadores no cuentan los números, sino la magia, aquella capacidad única de hacer lo imposible, realidad.

diamond flash


Fotograma de «Diamond flash»
de Carlos Vermut


INSIGHT = ART

«El arte supone catarsis, liberación, purga cognitiva y convulsión emocional.» Aristóteles

El arte como medio de comunicación es el mejor vehículo para expresar las emociones. El arte tiene la cualidad del silencio, está siempre, aunque no lo percibamos, el arte grita oculto desde una maraña de ruidos, nos advierte, nos avisa. El arte es lo que nos salva a diario, lo que nos reconcilia con la vida.

Quiero acabar 2012 compartiendo una pequeña obra de arte, una maravilla de apenas 7 minutos de animación en 3D que contiene toda la grandeza del séptimo arte: despertar y compartir emociones.

Haceos un regalo por año nuevo y descubrid a Salvador Simó Busom.

En 2013 desde este trapecio de tinta seguiremos compartiendo ideas, proyectos y sobre todo ¡pasión por el arte!

INSIGHT de Salvador Simó Busom

 


Lugares con plaza reservada para las palabras (1)

Hay lugares en los que las palabras dichas en voz alta tienen plaza reservada.

Uno de esos lugares exquisitos para albergar el lenguaje son los cortos.

Hoy rescatamos una obra deliciosa de Marc Besas: EL NÚMERO. En él, las palabras en la voz del gran Juan Tamariz cobran magia.

Dedicado a todas las personas que trabajan porque los proyectos audiovisuales sean posibles.