Disfruto con los retos, los que me llevan a hacer equilibrios y tener la mente ágil y en forma. Por eso tengo un trapecio. En él me ejercito y ayudo a impulsar ideas y proyectos. El lenguaje, el arte, la comunicación, la cultura… se mecen aquí.
Pero más allá de mi interés por las propuestas que me llegan, lo que de verdad me atrae son las mentes creativas que hay detrás de ellas.
En 2012 empecé a trabajar con Isabela Méndez, actriz, narradora y escritora. Y juntas empezamos a desarrollar un proyecto literario y artístico de fusión de disciplinas y que tenía la base en el patrimonio intangible de las palabras y la materia sonora de los textos. Una propuesta integradora e interactiva que dio sus primeros pasos y que buscaba promover la lectura en voz alta. La llamamos así: Textos para comer por el oído
Trabajar junto a Isabela motivó en gran parte el nacimiento de este blog, un proyecto personal y profesional largamente meditado y en el que espero ir mostrando como cogen impulso y vuelan esta propuesta y otras que deseo empiecen a tomar forma y pronto suban al trapecio.
Gracias y bienvenidos a la barra de este trapecio de tinta.
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