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Textos para comer por el oído


Poster_Congreso_SoPA

Hoy junto a Isabela Méndez y desde este blog hemos presentado en el I CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EDUCACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DEL PATRIMONIO EN EL MEDIO RURAL en Malpartida de Cáceres nuestro proyecto «TEXTOS PARA COMER POR EL OÍDO».

Una iniciativa integradora e interactiva sobre el patrimonio intangible de las palabras con la que buscamos promover la lectura en voz alta y explorar la materia sonora de los textos.

Nuestro proyecto es ante todo una invitación a hacer una pausa, a escuchar los textos, a permitirnos acercarnos a ellos y leerlos de otro modo, a experimentar con la voz y el sonido, a interactuar con las palabras (sin importarnos la brevedad o longitud del párrafo). Lo que proponemos es una invitación a explorar el lenguaje, la comunicación y el pensamiento, un billete para iniciar el viaje y la aventura de leer y descubrir qué esconden relatos, cuentos y poemas, qué nos quieren decir; por lo que este proyecto es también una propuesta de comprensión lectora.

Con este vídeo-presentación hemos querido estar presentes en un congreso como el SOPA’13, una de cuyas líneas de trabajo y de actuación es poner de relieve que tanto «el ámbito educativo como el de la gestión del patrimonio tienen un papel fundamental a la hora de inculcar en la sociedad los valores necesarios para propiciar la necesidad de autogestionar sus propios recursos patrimoniales». 

Nos pareció que presentar en este foro lo que estamos desarrollando a paso lento y de un modo casi artesanal era una de las mejores maneras que teníamos a nuestro alcance para hacer visible lo que hasta el momento hemos hecho.

Nuestra propuesta se centra en un patrimonio intangible, el de las palabras, y que nos atañe a todos; y nuestra visión nace del territorio de los cuentos y de la imaginación, por ello creímos que invitar a viajar a Malpartida de Cáceres a Amparo Matilda Escribano Cienfuegos y dejar que fuese ella hoy nuestra portavoz allí era la mejor decisión. Ella, un personaje de cuento, sería quien viajaría hoy a un entorno rural (como justamente ha sido siempre el territorio de los cuentos y de la palabra transmitida en voz alta) y de su mano haríamos más patente nuestro propósito: saborear el leer en voz alta para otros y el que nos lean, explorar el lienzo de la comunicación y hacerlo a través de la escucha, por el oído.

Agradecemos a la organización del Congreso, y de forma especial a UNDERGROUND ARQUEOLOGÍA, la acogida y la atención prestada y desde aquí os invitamos a todos a conocer un poquito más lo que desde el vientre de un tintero (el blog de Isabela Méndez) y un trapecio de tinta (mi blog) vamos tejiendo con la ayuda y la colaboración de diferentes profesionales, como el realizador de sonido y efectista Rolando Alonso, quien ha hecho posible que las palabras de los cuentos y twitts de Isabela Méndez y su voz naveguen en un mar de atmósferas sonoras para crear en la mente del oyente un universo poético y una experiencia estética.

Nuestra gratitud a la Associació Discapacitat Visual Catalunya: B1+B2+B3, por su apoyo incondicional y brindarnos su estudio de grabación y sus instalaciones.

Y nuestro agradecimiento a Hebert Ramírez, Marco Zouvek y Carlos Scrig por su apoyo en la realización del vídeo de presentación del proyecto.

El vídeo lo grabamos en un lugar de cuento, una terraza preciosa de una panadería-pastelería de Barcelona: Aquí hi ha molla. Un saludo muy cordial desde aquí a sus propietarios, gente encantadora.

Más información sobre el proyecto:

https://trapezidetana.com/proyectos-en-movimiento/textos-para-comer-por-el-oido/

Ficha técnica-Equipo:

https://trapezidetana.com/proyectos-en-movimiento/textos-para-comer-por-el-oido/equipo/


Belleza cotidiana

amanecer mediterráneo

Amanecer en el Mediterráneo
Verano 2013
Fotografía: Maite Mena

Hoy amanecí con la sorpresa de recibir una fotografía en mi móvil. Al verla supe que era mucho más que una imagen, lo que me enviaban era un instante de belleza, un momento cotidiano, una maravilla que ocurre todos los días. Y esta, además, tiene lugar muy cerquita de mi casa.

Imposible no compartirla en mi blog. Más, cuando la artífice de esta espectacular fotografía es una amiga muy querida.

Maite, te lanzo un guante, ¿lo coges?… ¿Qué te parece si empiezas a construir un álbum sobre momentos cotidianos y lo subimos a mi trapecio de tinta? Estoy segura de que sería un proyecto de altos vuelos.

PS: Hago extensivo este lanzamiento de guante a todos aquellos seguidores de este espacio que a diario lanzan disparos fotográficos. ¡En este trapecio impulsamos la belleza que nos rodea!

NOTA para Maite: Gracias por compartir siempre tus momentos con los demás. Eres un sol de persona.


Café, anís y canela: te invitamos a probar nuestra fragancia de verano

Como los mejores perfumistas, Isabela Méndez envasa sus versos e historias en frascos pequeños. Al abrirlos descubres composiciones sonoras y olfativas, una poesía y prosa hiperbreve que evoca los sentidos.

Te invitamos a probar nuestra fragancia de verano: los twitts ilustrados de Isabela Méndez, bañados en el sabor del café y el dulzor del anís y el aroma de la canela.

AVISO:

Las fragancias orgánicas que llevan las palabras e imágenes de Isabela Méndez son altamente adictivas, sin embargo son intensamente indicadas para la vida diaria.

máscara café

Bañada en café, anís y canela
Tinte de café sobre recorte.
© Del texto, dibujo y fotografía: Isabela Méndez


El cine de la imaginación, o como hacer posible otros mundos. Por Judith Vives

Una vez leí que en la vida nos vamos encontrando con personas que caminan con nosotros durante un tiempo, algunas que simplemente están a nuestro lado lo que dura un viaje en tren o un trayecto en metro y otras que se convierten en compañeros fieles de travesía. Pues bien, Judith es esa compañera de ruta que siempre te vas encontrando en diferentes puntos del sendero a lo largo de los años.

Hace tiempo que quiero que suba a este trapecio de tinta, sé que aquí se encontraría en su salsa, rodeada de proyectos creativos en movimiento y de mentes despiertas como la suya, pero los deseos tardan a veces en cumplirse.

Esta semana, con la excusa de la celebración de la Semana de la Creatividad (2013 World Creativity Innovation Week), supe que tenía el mejor anzuelo para que picara y me dijese: «SÍ».

Ojalá este artículo que le propuse escribir expresamente para ser publicado hoy aquí sea el inicio de una futura colaboración que se prolongue en el tiempo.

Judith Vives es un espíritu inquieto, mirad sino como se define en su perfil de Twitter: periodista, cinéfila, lectora, bloguera, culturalmente inquieta, curiosa en general y promotora de @llegimipiulem (una tertúlia literaria 2.0. donde se comparte la experiencia lectora de obras de la literatura catalana en Twitter); @hotelelectric (un alojamiento para iniciativas de promoción y difusión del cine y el audiovisual y desde donde se organizan proyecciones, cinefórums, cursos y espacios de debate); @cinemacatala (una plataforma 2.0 que difunde y reivindica el cine catalán) y @ilurocraft (porque Judith siempre está innovando y ha sido de las que se ha apuntado a hacer ganchillo, el nuevo yoga y una de las últimas tendencias urbanas). Queda demostrado de sobra que si hay una palabra que la defina esa es: «polifacética».

Ella sabe de mi pasión por el cine, igual que yo conozco la suya, por eso nada mejor que invitarla a escribir sobre el cine y la imaginación. Nadie mejor que ella para hacerlo. Os diré que Judith ejerce de crítica cinematográfica en diversos medios (La Butaca, Nuvol.com, Ciutat Oci, revista Valors) y que ha colaborado en la organitzación de la Muestra de Cine de Mataró y de diversos cinefórums de la comarca del Maresme (Barcelona), además de publicar sobre cine, cultura y comunicación en su blog personal (Espai Isidor) que inició ahora hace 10 años, en 2003.

Mi propuesta fue enviarle esta pregunta: ¿Es el cine uno de los territorios ideales para cultivar la fantasía y la imaginación?…

EN LA SEMANA DE LA CREATIVIDAD:

EL CINE DE LA IMAGINACIÓN, O COMO HACER POSIBLE OTROS MUNDOS, por JUDITH VIVES

Hace unos días recibí la propuesta de mi amiga Cayetana para participar en la Semana de la Creatividad que celebra en su blog TrapezideTana, un espacio sugerente donde perderse entre palabras, creación e ideas en movimiento. Me propuso un reto y acepté de inmediato. Cayetana me pidió que respondiera a esta pregunta: ¿Es el cine uno de los territorios ideales para cultivar la fantasía y la imaginación?

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Fotograma de una película de Georges Méliès

Mi respuesta, por supuesto, es un SÍ rotundo y en mayúsculas, pues desde luego no se me ocurre un campo mejor abonado que la pantalla de un cine para dar rienda suelta a la imaginación. Sé muy bien que me diréis que lo mismo se podría pensar de los libros, la música o la pintura. Pero nada mejor que el cine, el séptimo arte, para aglutinar todo lo mejor de todas las demás disciplinas artísticas: las palabras, la música, la imagen, la luz, el espacio, el movimiento y el silencio. Con estos pocos ingredientes y gran creatividad se puede hacer mucha magia y así ha sido desde 1895, año de su invención por los Hermanos Lumière. Desde sus primeros pasos como truco de feria hasta las millonarias producciones digitales del siglo XXI, el cine no ha dejado de ejercer como transmisor de fantásticas maravillas.

Estos días en Barcelona se puede visitar una recomendable exposición sobre Georges Méliès, uno de los grandes pioneros del séptimo arte y el creador, por así decirlo, de la línea imaginativa y fantástica de la narrativa cinematográfica. Los Lumière aplicaron su invento para documentar pequeños hechos de la realidad cotidiana, gestos de personas y paisajes de ciudades. Méliès dejó claro que el nuevo invento de los Lumière no iba a servir solo para captar el movimiento del mundo real, y que a través del pequeño objetivo había espacio también para convertir nuestros más grandes sueños —y alguna que otra pesadilla— en realidad. Porque nos gusta conocer el mundo que nos rodea, pero todavía nos gusta más imaginar otros mundos posibles; y el cine, con su magia, los ha hecho posibles.

En sus cien y pocos años de existencia, el cine se ha debatido entre la ensoñación de la fantasía y el compromiso con lo real. De la misma manera que a menudo se confronta el cine comercial asociado al glamour de Hollywood con el llamado “cine de autor” o “cine alternativo”. De las tensiones entre estos polos opuestos han ido surgiendo nuevos lenguajes, nuevos géneros y nuevos formatos con los que seguir dando rienda suelta a la imaginación, la de los creadores y la de nosotros, los espectadores, siempre dispuestos a disfrutar de una buena historia. Ya sean las viejas películas mudas de Charles Chaplin o el delirio digital de Matrix con el que el cine recibió al siglo XXI, el fin siempre es el mismo: encantarnos con una historia. Por eso no creo que se pueda establecer un único y definido territorio para la imaginación y la creatividad en el cine.

Kill Bill


Rodaje de «Kill Bill» de Quentin Tarantino

No me cabe la menor duda. El cine es un territorio universal, sin nacionalidad y sin fronteras, como lo es el propio terreno de la fantasía y la imaginación. Sin duda, igual de importantes han sido los géneros clásicos o las aportaciones que desde la misma industria de Hollywood hicieron directores como Steven Spielberg o George Lucas a finales de los setenta; como decisivas han sido también las obras surgidas desde la más radical independencia (pienso por ejemplo en el cine de vanguardias, en el underground de John Cassavetes), en el frescor de los nuevos cines europeos, o en las miradas propias de cinematografías lejanas, como la japonesa o la iraní. Igual de creativo me parece el ya consolidado cine de Quentin Tarantino, que bebe de un montón de fuentes con las que ha conseguido crear su propio lenguaje; como la apuesta de nuevos directores españoles como Carlos Vermut (os recomiendo Diamond Flash), que se mueve en el cine low-cost, sin presupuesto, pero lleno de grandes ideas e imaginación. No importa, pues ante una pantalla de cine los espectadores no cuentan los números, sino la magia, aquella capacidad única de hacer lo imposible, realidad.

diamond flash


Fotograma de «Diamond flash»
de Carlos Vermut


THESE GLORY DAYS: el reto de narrar historias y de construir un proyecto de web documental

These Glory Days es un colectivo-productora que desde el esfuerzo y el tesón están poniendo en marcha un ambicioso proyecto, de “largo aliento” como ellos dicen. Un proyecto abierto, que justo está dando sus primeros pasos y que nace con vocación de permanencia en el tiempo, construido en tiempos de crisis y sin apenas apoyos, sustentado únicamente en la determinación de sus integrantes de querer contar historias a través de las cuales se puedan visibilizar o dar a conocer ciertos temas y hacerlo además a la manera como se lleva ya algunos años haciendo fuera.

These Glory Days y el reto del nuevo fotoperiodismo. Un proyecto innovador y de largo alcance, con múltiples historias en proceso de desarrollo, como puede verse en el portfolio en su web: theseglorydays.org

Desde el trapecio apoyamos a TGD e impulsamos sus proyectos.

CONVERSACIÓN CON EDGAR MELO (THESE GLORY DAYS) EN LA SEMANA DE LA CREATIVIDAD

Nuestro foco es la emoción, transmitir emociones y el interés que una realidad pueda suscitar en una gran masa crítica

Edgar Melo (TGD)

tgd_logo

Tana:

¿Qué es These Glory Days?

Edgar:

Somos un colectivo de fotoperiodistas de formación que sufre en sus propias carnes la crítica transformación o defunción de la fotografía y el fotoperiodismo tal y como se entendían hasta ahora. No llegamos ni a vivir su época dorada. Nos formamos como «Visual Storytellers» en una escuela de fotoperiodismo danesa, la Danish School of Media and Journalism, lo que caracteriza nuestro modo de hacer y somos “discípulos”, en cierta manera, del colectivo de fotoperiodistas danés Bombay Flying Club. Tenemos vocación de «productora» de «multimedia» o video documental, aunque con la imposible coyuntura económica actual y ayudas a los emprendedores nos quedamos en algún limbo a medio camino.

Tana:

¿Qué hacéis? Dímelo en una frase.

Edgar:

Realizamos webs documentales, micro historias documentales o largos proyectos que se enmarquen y se narren sobre ese soporte.

De momento nos gustaría seguir la senda de grandes proyectos de referencia en lo que a web documental se refiere (“Prison Valley”, por ejemplo, aunque nos acercamos más a «California is a place«), pero tendemos a producir sin apenas recursos lo cual lo complica bastante.

Tana:

¿Quiénes estáis detrás?

Edgar:

En principio, somos Anna Baeza, Edgar Melo y Bernat Camps, originariamente miembros fundadores del colectivo Piel de Foto, de la revista. Hace algunos meses iniciamos esta otra ruta. Pero dadas nuestras disponibilidades (nos encontramos repartidos entre Barcelona, Madrid y Londres) contamos con la colaboración de Nico Aguerre (La Rueda Films), con quien he realizado la mitad de mis proyectos hasta el momento y de Ari Giménez, que tiene una trayectoria similar a la nuestra y que colabora actualmente con nosotros.

Tana:

Háblame de vuestra primera web documental, “PRÓXIMA VISITA”,  un proyecto entorno a las enfermedades minoritarias, una cuestión de interés para el público general pero con escasa o nula cobertura en los medios. ¿De dónde surge la idea de crear un proyecto como “PRÓXIMA VISITA” y, lo más importante, la voluntad de ponerlo en marcha?

https://vimeo.com/51178986

Edgar:

La idea surge por casualidad. Como muchas otras historias que apuntamos cotidianamente, nos topamos con el tema pocos días antes del Día Mundial de las Enfermedades Raras hace un año. En este caso nos sorprendió la importancia y el peso que tenía a nivel global —un 10% de la población está afectada por alguna enfermedad rara, sin contar familiares y allegados—, y la poca atención que se le dedicaba a nivel social, político, documental. A diario se publican pequeñas noticias y hay muchos proyectos en marcha, pero quedan engullidos por la actualidad, mientras millones de personas, más de 3 millones en España (40 millones en Europa), no saben lo que tienen, no tienen diagnóstico, no tienen tratamiento, ni esperanza alguna de tenerlo nunca. Lo cual nos parece dramático.

Desde el inicio de TGD la idea ha sido producir este tipo de web documentales. Decidimos que este sería nuestro primer proyecto de «largo aliento». Descubrimos un universo que contar. Algo único incluso para el mundo sanitario. Con personas capaces de todo que pueden estar viviendo frente a nuestras narices. Donde muchas veces los médicos no tienen ninguna respuesta. Donde todavía los investigadores descubren por primera vez algo. Donde los pacientes y sus familiares tienen actitudes militantes y bastante heroicas ante la vida. Son miles de historias que se complementan y con pequeñas pinceladas construyen una realidad paralela e invisible que tenemos en la puerta de casa.

En los últimos tiempos hemos comenzado a trabajar con una antropóloga para que nos ayude a vislumbrar todos aquellos aspectos de ese universo que nos pueden haber pasado por alto.

Tana:

Dices que todo lo habéis puesto en marcha sin recursos ni apoyos. No se me ocurre ningún otro motor para hacerlo que la voluntad y la creatividad, el interés de provocar un cambio. Y todo eso a través de contar historias. Háblame de eso, de vuestra forma de contar historias, de lo que deseáis aportar, de cómo se cuentan en el siglo XXI.

Edgar:

Lo cierto es que somos aprendices de documentalistas. Cada historia es una aventura y un campo de aprendizaje. Nuestro propio máster documental. Estamos intentando simplemente producir proyectos tal y como se lleva ya algunos años haciendo fuera. Fundamentalmente la Canadian Film Board o Canal Arte en Francia han realizado proyectos de web documental interactiva increíbles. Nuestro deseo es acercarnos. Aunque carecemos de sus presupuestos —hablamos de unos 400 mil euros por proyecto— y de sus medios. Incluso desde el principio prescindimos de la idea de interactividad con una finalidad narrativa ya que no disponíamos de medios técnicos. Pero fuera de lo espectacular, me pregunto si está aportando realmente algo a la hora de contar una historia y si al público en general le interesa.

No sé cómo se contarán historias en el siglo XXI. Nuestro foco es la emoción, transmitir emociones, y el interés que una realidad pueda suscitar en una gran masa crítica.

Tana:

Además de talento creativo para hacer algo como lo que lleváis a cabo hace falta un entorno colaborativo. Intuyo que esa palabra, “colaboración”, es esencial para alcanzar el objetivo que os habéis propuesto. ¿Cómo entiende These Glory Days el desarrollo de la creatividad en un entorno colaborativo?

Edgar:

En este caso hablo por mí. Honestamente son conceptos que ni siquiera me planteo. La creatividad y el espíritu colaborativo son fantásticos pero sin fondos o financiación son finitos, caducos. Al menos yo no me veo cómodo pidiendo colaboraciones para proyectos personales hasta el fin de los tiempos. Desde luego sin la unión de fuerzas «Próxima Visita» no habría visto la luz. Pero la tendencia es la de convertirnos en hombres orquesta. En hacerlo todo o casi todo de forma solitaria muchas veces —venimos de la fotografía. Independientemente de lo técnico creo que es fundamental que cada uno intente desarrollar sus propias ideas. Nos apoyaremos mutuamente y nos sacaremos de apuros en ocasiones para que cada uno pueda desarrollar precisamente esa creatividad, materializar sus propias ideas.  Lo contrario me parece insostenible.

Tana:

¿Qué lugar ocupa lo cultural, lo artístico y lo social en These Glory Days?

Edgar:

Lo cultural está en todo. En nuestra mirada y en los fenómenos a los que la dirigimos. En como interpretamos ciertas situaciones y en lo que queremos enfatizar. Incluso en lo que obviamos y en lo evidente, de lo que cada vez intentamos prescindir más. Si por lo de «artístico» se entiende el afán de contar cosas, de experimentar y participar de ciertas realidades a través de una cierta pulsión estética, «lo artístico» ocupa algún lugar. Pero, honestamente, no nos interesa lo más mínimo. Creemos más en la función social o en lo que pueda aportar nuestro trabajo para visibilizar o dar a conocer ciertos temas. En lo concreto, que el protagonista de una historia me llame emocionado después de verse o que se emocione por igual cualquier desconocido y empatice con sus protagonistas.

Tana:

Un deseo por cumplir:

Edgar:

Que podamos financiar este y otros proyectos similares / Volver a la fotografía más pura (en realidad son dos y bien diferentes).

NOTA:

Para sumar apoyos al proyecto: info@theseglorydays.org

Sigue el proyecto en Twitter y FaceBook:

@TheseGloryDays  –  https://www.facebook.com/TGloryDays

 


Una metáfora poética sobre la creación

Detrás de Ima Blumm se esconde el alma de una gran artista.

Irina Mishina es una creativa y una mujer emprendedora, un talento en ebullición que te salpica si tienes la suerte de estar cerca. Quienes la conocemos sabemos de su tesón y de su entrega en los proyectos que emprende.

Conocí a Irina en Barcelona Activa,  durante el invierno de 2009, en un taller de networking. En aquél entonces su mirada estaba dedicada a las lentes de su cámara, a enfoques y contraluces.

Pero Irina también escribe, ya os digo que tiene alma de artista, y en aquella época buscaba a alguien que revisase sus textos. El taller de networking surtió efecto! Podría decirse que experimenté por mi misma lo que es estar en el lugar oportuno en el momento preciso. Me propuso trabajar con ella. Y acepté sin dudarlo.

Han pasado 3 años desde aquella fecha y seguimos trabajando juntas. En este tiempo ambas hemos avanzado en nuestros respectivos caminos. Su sueño creativo la ha llevado a estar al frente ahora de un asombroso proyecto: guiarte por el laberinto del pensamiento creativo.

Ella sabe que alguno de sus escritos subirán un día a este trapecio. Aunque lo que de verdad me gustaría sería subir sus ideas y su luz. De momento, os invito a disfrutar de este vídeo que lleva su firma, una metáfora poética acerca del proceso creativo.

Vuela alto, amiga!


Fotografiando la poesía

Hay algo intrigante y que subyuga y seduce en cualquier forma de arte.

Pero cuando diferentes lenguajes se fusionan para alimentarse el uno del otro, entonces lo que nace es algo parecido a la poesía en movimiento.

Irina Mishina consigue fotografiar la poesía.

En sus composiciones se acarician las palabras, se escuchan las texturas, se respiran los silencios y las sombras, y la música, igual que un velo, envuelve la materia.

On the verge of the dream

Poesía y fotografía: Irina Mishina

Música: Le pas du chat noir, de Anouar Brahem