[…] Cuando escribo percibo el ritmo de lo que estoy narrando, pero eso viene dentro de una pulsión […]. Eso se nota sobre todo en el final de mis cuentos, el final es siempre una frase larga o una acumulación de frases largas que tienen un ritmo perceptible si se las lee en voz alta. A mis traductores les exijo que vigilen ese ritmo, que hallen el equivalente porque sin él, aunque estén las ideas y el sentido, el cuento se me viene abajo. JULIO CORTÁZAR
En este modo sentir de Julio Cortázar se sustenta nuestra inspiración y el convencimiento que tenemos de la necesidad de un proyecto como «TEXTOS PARA COMER POR EL OÍDO». Porque leer en voz alta y sentir que nos lean es algo a recuperar y a resituar en nuestros días, y no solo en casa, también en el ámbito educativo.
En acercarnos a los textos para descifrar ese ritmo e interactuar con ellos a partir de ese latido compartido (el del escritor, del lector y del oyente), consiste buena parte de nuestra propuesta.
La literatura, la poesía, el teatro y los cuentos son terrenos fértiles para ello, esa clase de textos no laten igual leídos en silencio.
«INSOMNIO» (Microrrelato sonoro)
Texto, dibujo y voz: Isabela Méndez
Grabación y diseño sonoro: Rolando Alonso
Proyecto:
«Textos par comer por el oído. Porque en un twitt también cabe todo el arte»
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