Malabares de poesía y reflexión (5): Triángulos inconfesables

De triángulos, engaños, fantasías y finales abiertos habla la propuesta de la escritora Isabela Méndez y del filósofo Amador Martos que presentamos hoy.

Sin más preámbulos.

 

EL MICRORRELATO, por Isabela Méndez

“TRIÁNGULO”

Estuvo buscando el vértice del triángulo para lanzarse y morir.

Pero la esposa y la amante lo impidieron, aplanando el terreno.

Tras descubrir el engaño se propusieron hacerle tortuoso el camino.

Actualmente trabajan juntas en la creación del laberinto.

escanear0044 OK

Título del microrrelato: Triángulo
Título del dibujo: Las caras de un triángulo (técnica mixta)
Palabra y pincelada de Isabela Méndez.
Este microrrelato participó en el concurso «Històries a cel ras: Concurs de Microrelats» que el Museu d’Història de Catalunya convocó a principios de verano de 2012.

 

LA REFLEXIÓN, por Amador Martos

“FANTASÍA INCONFESABLE”

¿Quién no ha tenido la fantasía de un ménage à trois? Pero, ¿cuántas personas lo han practicado? La mayoría de transgresores sexuales se quedan a medio camino entre la aparente fidelidad a su pareja y tener un amante con falsas promesas. Este tipo de triángulo amoroso edificado sobre el engaño suele acabar mal, muy mal, pues nadie quiere ser un segundo plato, porque nadie quiere ser víctima del engaño: las consecuencias pueden ser imprevisibles ya que no es nada deseable enfrentarse a dos personas despechadas por la traición. La venganza es un plato que se sirve frío, muy frío: el desenlace quizás sea tan fatal como la caída desde un pico montañoso.

Sin lugar a dudas que el pérfido embaucador se merece la mayor de las penitencias, pero después, ¿qué? ¿Es posible un castigo indefinido? ¿Y si, en conciencia, amara a su pareja y a su amante? Al fin y al cabo, éstas no pueden negar que en ellas queda algo de sentimientos hacia él, si no ¿por qué no haber ejercido la mejor de las venganzas: dejarlo caer hasta la ultratumba?

Entre el odio y el amor hay un velo muy fino y los pensamientos negativos, a la postre, son destructores de la naturaleza humana. El mayor de los castigos que pareja y amante pueden infligirle, es obligarle a amarlas simultáneamente a las dos. ¡Eso sí que es un castigo! ¡Toda una catarsis! ¡Menuda salida del laberinto: un ménage à trois! ¡Una fantasía hecha realidad, pero inconfesable!

Y es una fantasía inconfesable porque la convención social no lo permite: ¡no se puede hacer!, pero si se hace ¡no se puede decir!, so pena de ser arrojado al ostracismo bajo el yugo de la ignominia, como si de un crimen se tratara, cuando solo es una fuerza desatada en el cumplimiento de un castigo, o de una fantasía sexual, o de una consentida relación poliamorosa. Esta propuesta puede parecer un dislate, pero sé muy bien de lo que hablo, bueno…, creo saber de lo que hablo.

Hay que ser muy valiente, o tener algo de locura, para integrar en un triángulo amoroso pareja y amante. Sin embargo, las relaciones liberales se están abriendo paso en nuestra sociedad gracias a personas tolerantes y dispuestas a compartir sexo explícito en una simbiosis de fantasía a tres bandas. Algo muy difícil, pero no imposible. La propuesta de un ménage à trois pudiera parecer excesivamente imaginaria pero verosímil para aquellos que la han experimentado y que, no obstante, no pueden vanagloriarse de ello. Las personas que han hecho realidad ese sueño son como seres de otra galaxia pues son presos de una fantasía inconfesable. Son personas privilegiadas que han participado de una experiencia única e inefable. Ciertamente, el ménage à trois es solo para una minoría, una fantasía para el resto. Esos atrevidos transgresores del sexo y del amor son identificados con la etiqueta de “liberales”. El ejercicio de esa libertad tiene un gran mérito, pues al decir del filósofo francés Rousseau: “Es verdaderamente libre aquel que desea solamente lo que es capaz de realizar y que hace lo que le agrada”.

Acerca de Cayetana Sanz

Coordinator projects and independant documentalist http://about.me/cayetanasanz Ver todas las entradas de Cayetana Sanz

Deja un comentario